"El sistema colapsará": el personal de inmigración de España se declara en huelga
El personal de las oficinas de extranjería encargadas de tramitar los permisos de residencia de los extranjeros realizó el lunes huelgas en todo el país para protestar por el aumento de carga de trabajo provocado por la nueva Ley de Inmigración y por la falta de personal.
Ha pasado menos de un mes desde que entró en vigor la nueva Ley de Extranjería en España, una legislación multifacética que entre otros puntos regularizará los documentos de residencia de potencialmente cientos de miles de extranjeros más.
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Esto, comprensiblemente, ha aumentado la carga de trabajo de los funcionarios de las oficinas de extranjería españolas, que advirtieron antes de que la ley entrara en vigor que ya estaban sobrecargados y organizaron una huelga para crear conciencia sobre su situación.
El lunes 16 de junio, cientos de empleados de inmigración dejaron de trabajar durante dos horas en Murcia, Barcelona, Toledo, Valencia, Almería, Málaga, Madrid, Tenerife y oficinas de extranjería de las 50 provincias de España.
"No estamos en contra de la reforma migratoria", declaró al diario ABC Joaquín García Poblete, presidente de la sección de Ciudad Real del sindicato español CCOO.
Pero no se ha incluido a los funcionarios encargados de procesar los casos. Si no se refuerza el personal, el sistema colapsará.
La situación, según el sindicato, afecta no sólo a los empleados públicos, sino también a miles de inmigrantes en España que buscan regularizar su situación, así como a los empleadores de sectores estratégicos como la agricultura y la construcción, que dependen de esta mano de obra.
“En Madrid hay 28.000 personas que han presentado sus documentos y están esperando respuesta; son muchas vidas”, explicó a El Periódico de España César Pérez, responsable de inmigración del Ministerio de Política Territorial.
Las oficinas de Extranjería en toda España están afrontando una carga de trabajo “entre un 50 y un 400 por ciento superior” a la que había antes de que comenzara la reforma migratoria el 20 de mayo.
El personal también es muy consciente de que su trabajo puede tener un enorme impacto en la vida de las personas, añadiendo presión adicional a sus rutinas diarias.
“Es inmanejable porque no hay personal, la capacitación se retrasa y las instrucciones sobre cómo aplicar las nuevas regulaciones no son claras”, explicó Pérez.
Esto provoca que los tiempos de espera para obtener documentos de residencia aumenten continuamente.
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En Madrid, el tiempo que tarda un extranjero en recibir respuesta a su solicitud ha pasado de 76 a 90 días laborables (unos cuatro meses) en cuestión de una semana.
En Málaga, donde el 100% del personal de extranjería participó en el paro del lunes, protestaron porque los trabajadores de inmigración tienen "las peores condiciones salariales de toda la Administración del Estado, sin plus de productividad, sin acceso a un modelo de trabajo a distancia y con una estructura laboral obsoleta que no se ha revisado en más de dos décadas".
El temor ahora es que, a medida que se acerca el verano y muchos de estos empleados con exceso de trabajo toman sus vacaciones, el atraso se volverá "catastrófico" debido a la falta de nuevos miembros del personal para ayudar con la carga de trabajo adicional.
Los trabajadores de Extranjería estiman que hay entre 400.000 y 800.000 extranjeros en España que necesitan obtener o actualizar sus documentos de residencia.
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